La 31 versión de la Feria Internacional de Cochabamba (Feicobol) concluyó anoche con un movimiento económico estimado en 152 millones dólares en intenciones de negocios, según la gerente de Feria, Eunice Achá. Con ello se superan las cifras de 2009 con 125 millones de bolivianos, 2010 con 130 y 2011 con 135.
Agregó que la asistencia del público fue similar a la de 2013 (380.000), pero que aún es “difícil” saber cuánta gente ingreso al recinto ferial, debido a que se tienen que realizar varias verificaciones con las ánforas, para evitar problemas con impuestos.
“Es bien difícil dar un dato de cuántos visitantes hemos tenido. Pero, en todo caso los estados los vamos a tener el próximo viernes”, explicó Achá.
Eunice Achá manifestó que la presencia de los expositores creció en un 4,15 por ciento con relación a 2013 con la participación de 1.355 empresas. En tanto que, la Rueda de Negocios generó un movimiento económico de 57,2 millones de dólares.
En esta versión de la Feicobol resaltaron los rubros de alimentos, construcción, telecomunicaciones, textiles, automotores y madera. También sobresalió la presencia de las empresas estatales, como Entel. “Ha crecido bastante la presencia estatal con BoA y otras”, añadió.
Ante la queja del público sobre los servicios, como parqueos, baños, limpieza, apagones y la elección del show musical comentó: “podemos ver de regular algunos aspectos”. Explicó que los parqueos son administrados por empresas que alquilan los espacios y que están a cargo del servicio dentro del recinto. Pero, la parte externa es una competencia de la Alcaldía.
Exportadores
La exposición de productos orgánicos que organizó la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco) generó un movimiento económico de más de 500 mil dólares. Los productos más demandados fueron: el amaranto, quinua, ajonjolí y los cereales.
Las ventas directas se tradujeron en 104.728 dólares; los negocios a mercados nacionales en 55.028 dólares y las ventas a mercados internacionales en 226.410 dólares, según un comunicado de la Cadexco, ayer, en el cierrede la Feicobol.
Motos y autos pagaron bs 20 por parqueo
El público que asistió la 31 versión de la Feria Internacional de Cochabamba expresó su molestia por el elevado costo de los parqueos. Pues, tanto en el área externa como dentro del predio se aplicó una tarifa de 20 bolivianos. El monto se cobró por igual a motos como a vehículos, al margen del tiempo de permanencia en el recinto.
A ello se suma el uso de grúas privadas para retirar a los motorizados que se estacionaban en cercanías del Circuito Bolivia. El hecho se aplicó sin el respaldo de una ordenanza, sin notificación y sin una licitación del servicio de grúas, lo cual fue calificado por los visitantes como un “abuso de autoridad” por parte de Tránsito. La ordenanza que restringe el parqueo sólo es válida para el centro de la ciudad.
La entrada no incluyó el uso del baño
A pesar de pagar 30 y 40 bolivianos por la entrada a la Feria Internacional de Cochabamba, los visitantes no podían acceder gratis a los servicios básicos, como el baño. El uso tenía un costo de 2 bolivianos al margen del boleto para el ingreso. Al ser consultada sobre este hecho, la gerente de Feicobol, dijo que la gente paga 40 bolivianos sólo por entrar a ver a los expositores o por el objetivo que tenga. Dijo que a diferencia de otros lugares como la terminal, los aeropuertos o las plazas de comidas, donde los baños son parte del servicio, la Feria es un “predio” y se debe pagar otra cantidad para usar los baños.
Agregó que es una “política” implementar el cobro de los servicios básicos en el recinto ferial, ubicado en un terreno del municipio y donde la Alcaldía invierte recursos públicos para hacer mejoras.
Pabellones hacinados y alta tarifa de taxis
Los últimos días de exposición, los pabellones estuvieron hacinados. Los pasillos quedaron estrechos frente a la cantidad de visitantes que asistieron a ver a los expositores.
El mismo día de la inauguración se notó que el salón principal quedó pequeño para la cantidad de invitados que acudieron al encuentro.
Otra observación fue la falta de regulación de los taxis que ofrecían sus servicios fuera del recinto ferial. Los mismos tenían una tarifa básica de 30 bolivianos, para trasladar a los visitantes a otros puntos de la ciudad. El servicio público también intentó subir sus tarifas arbitrariamente, debido a que los primeros días cobró 2 bolivianos. En tanto que los parqueos externos resultaron insuficientes para los vehículos que asistieron al lugar.
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